No hay nada como el sabor de un tomate recién sacado del jardín, ya sea que lo coma solo o lo use en una receta deliciosa. Para aprovechar al máximo sus tomates de cosecha propia, es importante recogerlos en el momento adecuado y de la manera correcta. Puede recoger los tomates cuando estén completamente maduros o puede cosecharlos a primera vista y dejar que maduren por dentro.
Pasos
Parte 1 de 3: Comprobación de la madurez
Paso 1. Investigue su variedad para averiguar de qué color deben ser sus tomates
Aunque la mayoría de los tomates se vuelven de color rojo brillante cuando están maduros, algunas variedades pueden ser de color naranja, verde, amarillo, rosa o morado. Asegúrese de saber qué variedad son sus tomates para saber de qué color serán cuando estén maduros.
- Si comienza sus tomates con semillas, puede revisar su paquete de semillas o pedirle a la persona que le da las semillas que averigüe de qué color serán sus tomates maduros.
- Si compra plántulas, asegúrese de conocer la variedad de tomate que está comprando para saber qué color esperar.
Paso 2. Revise la madurez de sus tomates cada 1-2 días
Los tomates pueden madurar rápidamente, así que asegúrese de vigilarlos de cerca. Cada día o dos, visite sus plantas de tomate para buscar un cambio de color.
Paso 3. Examine sus tomates para asegurarse de que la piel esté suave y brillante
Los tomates maduros tienen una piel suave y ligeramente brillante. Los tomates deben estar libres de manchas oscuras o magulladuras, lo que puede indicar podredumbre.
Paso 4. Exprima suavemente los tomates para comprobar su firmeza
Un tomate maduro estará ligeramente firme. Si es demasiado duro, probablemente necesite más tiempo para madurar. Si está demasiado blando, probablemente esté demasiado maduro y debe recogerse y desecharse.
Paso 5. Prueba el peso del tomate en tu mano
A medida que madura un tomate, se vuelve más pesado. Intente ahuecar un tomate verde en una mano y un tomate que crea que puede estar maduro en la otra. El tomate maduro debería ser notablemente más denso.
Paso 6. Compruebe el olor
Un tomate maduro debe tener un olor dulce y terroso en el tallo. Si el tomate tiene un aroma ligeramente agrio (o no huele en absoluto), probablemente aún no esté maduro.
Parte 2 de 3: Cosecha de tomates maduros
Paso 1. Agarre con cuidado su tomate maduro y retírelo suavemente del tallo
Cuando sea el momento de cosechar, tome suavemente el tomate con una mano. No apriete demasiado o dañará la fruta. La mayoría de los tomates maduros se liberarán fácilmente de su vid con un giro suave. Trate de romper el tallo justo por encima de la hoja en forma de flor en la parte superior, conocida como cáliz.
Paso 2. Use tijeras de jardín para cortar la vid si no se rompe fácilmente
Algunas variedades de tomates pueden tener un tallo más grueso y es posible que no desee agarrar variedades delicadas como los tomates reliquia lo suficientemente fuerte como para torcer el tallo. Si este es el caso, use tijeras de jardín para cortar el tallo, dejando solo un poco del tallo adherido.
Paso 3. Coseche los tomates antes de que estén maduros si se están agrietando
Si nota que tiene un problema con los tomates que se agrietan en el tallo, puede intentar cosecharlos justo cuando comienzan a cambiar de color y permiten que maduren en el interior.
Los tomates que maduran en la vid tienden a no tener tanto sabor como los que maduran en la vid
Paso 4. Levante la planta de raíz para que los tomates maduren antes de una helada
Los tomates deben cosecharse antes de la primera helada, pero por lo general todavía quedan algunas frutas sin madurar en la planta. Si se acerca una ola de frío y desea guardar el último de sus tomates, levante toda la planta de raíz y cuélguela boca abajo en un sótano o en un garaje. A continuación, puede recoger las frutas a medida que maduran.
Parte 3 de 3: Almacenamiento de tomates
Paso 1. Guarde sus tomates en un gabinete o en una encimera con sombra
Si coloca los tomates en un alféizar soleado, es posible que maduren demasiado rápido y se echen a perder antes de que pueda comerlos. Manténgalos fuera de la luz solar directa colocándolos en un armario o en un lugar con sombra en el mostrador. Prueba a poner los tomates en un plato bonito para disfrutar de su color brillante hasta que los uses.
Los tomates frescos durarán aproximadamente una semana en el mostrador
Paso 2. Coloque los tomates en una bolsa de papel con un plátano para que maduren más rápido
Si recogió los tomates antes de que estuvieran maduros, puede ayudarlos a madurar más rápido colocándolos en una bolsa de papel marrón. Agrega un plátano o una manzana en rodajas a la bolsa. Estas frutas producen gas etileno, que es una sustancia química que producen los tomates durante el proceso de maduración.
Paso 3. No refrigere los tomates maduros a menos que sea necesario
La refrigeración prolongará la vida de sus tomates, pero también altera su sabor y textura frescos. Trate de usar tantos tomates como pueda sin refrigerarlos.
- Si refrigeras los tomates, colócalos en el cajón para verduras para que conserven su sabor por más tiempo.
- Los tomates deben durar aproximadamente 2 semanas en el refrigerador.
Paso 4. Congele los tomates enteros para usarlos más tarde
Si desea conservar los tomates para usarlos más tarde en salsas o sopas, intente congelarlos enteros. Simplemente saque el corazón y luego coloque los tomates en una bolsa o recipiente apto para congelador. No es necesario quitar la piel, ya que se desprenderá fácilmente al descongelar los tomates.