Los crayones que se vuelven desafilados se pueden volver a moldear en una punta más afilada fácilmente con un poco de agua caliente. Aquí es cómo.
Pasos
Método 1 de 5: con agua caliente
Paso 1. Sumerja el extremo romo del crayón en un recipiente con agua caliente
Déjalo actuar unos minutos. Si no le apetece mantenerlo en su lugar, átelo a un trozo de cuerda que se ata a un lápiz. Coloque dos pilas de libros a cada lado del recipiente y coloque el lápiz sobre los libros, con la cuerda del crayón colgando en el recipiente lo suficientemente lejos como para que solo la punta esté en el agua caliente.
Paso 2. Retirar después de unos minutos
Paso 3. Vuelva a dar forma a la punta con los dedos
Método 2 de 5: con un afilador de crayones eléctrico
Paso 1. Compra un sacapuntas de crayones
Esto es similar a un sacapuntas eléctrico.
Paso 2. Coloque la punta del crayón y déjelo esmerilar hasta que esté afilado
Es rápido y requiere menos esfuerzo que el método anterior, si puede obtener este artículo.
Método 3 de 5: con un afilador de crayones manual
Paso 1. Compre un afilador de crayones manual
Paso 2. Afile el crayón de la misma manera que lo haría con un lápiz con un sacapuntas manual
Método 4 de 5: con un cuchillo
Paso 1. Consigue un cuchillo y un crayón
El cuchillo no tiene que estar muy afilado, un cuchillo de mantequilla servirá.
Paso 2. Desliza el cuchillo en la punta del crayón, yendo y viniendo
¡Tenga cuidado de no lastimarse!
Cortar desde la base del crayón hasta la punta es más fácil, aunque también puedes intentar trabajar de lado a lado
Método 5 de 5: con papel de lija
Paso 1. Coloque la punta del crayón sobre papel de lija en ángulo
Paso 2. Frote hacia adelante y hacia atrás hasta que esté afilado
Gire el crayón según sea necesario para lijar cada lado y formar una punta.